Nieve y conducción: consejos y sentido común

El pasado miércoles la nieve y el hielo casi provocaron una hecatombe en nuestras ciudades y carreteras. El invierno aún no ha concluido, por lo que no debemos levantar la guardia. Estos recientes episodios de temporales han puesto de manifiesto la existencia de demasiadas limitaciones en muchos conductores vascos a la hora de afrontar una conducción bajo nieve o con hielo. Salidas de calzada, percances, golpes de chapa, retenciones kilométricas… son algunas de las consecuencias de las adversas condiciones meteorológicas y de una conducción no demasiado experimentada. De la mano de nuestros compañeros de El Motor, te ofrecemos una serie de consejos que pueden evitar que las próximas nevadas o heladas se conviertan en una pesadilla para ti y tu vehículo.

1. Extremar la prudencia y el sentido común.

2. Anticiparse a lo que puede suceder. Para ello debemos mantener una distancia muy prudencial de seguridad con el automóvil que tengamos delante. En nieve, el coche se desplaza muchos metros antes de frenar. Y si vemos que el vehículo delantero frena, debemos hacerlo igualmente nosotros con mucha anticipación.

3. También debemos adaptar la velocidad a lo que patina el pavimento. No es lo mismo una carretera mojada a 15 grados que a 1 bajo cero. “Ir despacio no significa ir a una velocidad en concreto: significa circular a lo que nos pide el neumático en ese momento”, señalan expertos. Un pequeño truco para adaptar la velocidad: en carretera, al salir de casa y a 15 o 20 kilómetros por hora, dar un par de pequeños frenazos. Si el coche responde bien, adelante. Si el coche patina, hay que extremar la precaución.

4. Arrancar poco a poco. Lo mejor es hacerlo con suavidad para ver cómo reacciona el coche sobre el asfalto. Es preferible arrancar con la segunda marcha metida.

5. Girar, frenar y acelerar de manera suave y progresiva. “Hay que mover el volante como si se lo pidiéramos por favor al coche”, apuntan los expertos. Los giros bruscos o las grandes frenadas pueden hacernos perder el control del vehículo.

6. Evitar las trazadas de los otros vehículos sobre el asfalto, ya que es aquí donde se generan más placas de hielo por culpa de la nieve que ha caído con anterioridad. Aunque parezca contradictorio, podemos encontrar más tracción en la nieve que está sin pisar.

7. Por supuesto, evitar salir a la carretera sin cadenas o ruedas de invierno. Si no tenemos el coche preparado, es mejor que nos quedemos en casa ya que se multiplican las posibilidades de accidente.

Además de todos estos consejos, la prudencia, el sentido común y estar atento a las informaciones sobre el estado de las carreteras suponen premisas inexcusables. Nuestra vida está en juego.

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